DESARROLLO SOCIAL ADULTEZ INTERMEDIA
Es una etapa de la vida en la que la socialización es básica, ya que el sujeto pasa
de una existencia sin responsabilidades a formar una Familia, con todo lo que
ello supone, además de unas exigencias de horario de trabajo debidas a su nueva
actividad laboral. Este es un cambio espectacular de obligaciones y deberes,
tanto en la planificación de su futuro, como en la estructura de una nueva vida.
Todo esto implica un giro en su estatus social y, por supuesto, en sus relaciones
sociales y comportamientos. Todos los cambios que se producen en la edad
adulta nos indican que los aspectos sociales son la clave de la madurez. Ya veíamos
cómo a nivel cognitivo el sujeto, durante esta etapa, necesita volcarse en la
sociedad, ayudar a sus hijos y poner las bases de la estructura social.
Lo que especialmente marca el cambio de vida del sujeto, no es tanto la
edad, sino la época y la sociedad en la que le ha tocado vivir. El sujeto irá actuando
en cada momento según las exigencias que determinan los roles y estatus
sobre los que va pasando. Además, cada momento socio-histórico tiene sus
normas y tareas.
Bronfenbrenner considera que los adultos tienen más influencias y presiones
sociales, econóniicas y culturales que en otras etapas de la vida, lo cual afecta
a su evolución. Dicho autor, en su modelo proceso-guión-persona-contexto,
analiza la interacción persona-ambiente. Coincidiendo con algunos de sus postulados,
tenemos el modelo que estudia la adaptación del adulto a su entorno,
representado por Lawton-Nahemow. Este autor considera que existe una interacción
entre la competencia y la presión ambiental. En este sentido, entiende
por competencia, la capacidad que tiene el sujeto en todos los aspectos personales,
como son una buena salud biológica, facilidad para desenvolverse en la
vida diaria, pensamiento abstracto y correcto procesamiento de la información,
y sabe utilizar su tiempo libre con actividades, descanso y aficiones. De la misma
forma, en su conducta social desarrolla los roles establecidos a nivel familiar
y de estructuras.
Todos estos aspectos originan gran variabilidad entre los sujetos. Por otra parte,
la presión ambiental estana formada por aquellos estímulos que recibe el sujeto
y ponen en movimiento su conducta. Para que el sujeto se encuentre cómodo
es necesario que equilibre sus habilidades con las necesidades del entorno.
Algunos autores consideran que, entre la edad adulta temprana y la media,
se da un período de transición o crisis, en el cual el sujeto se replantea su vida.
Esto coincide con un pequeño declive físico, con la pérdida de los padres, la
adolescencia de los hijos, la crisis matrimonial e, incluso, posibles cambios de
trabajo. Otros autores consideran que estas crisis se producen sólo en aquellos
sujetos con inestabilidad psicológica y con determinadas tendencias neuroticistas
desde la adolescencia.
La edad adulta media es una etapa de gran producción intelectual y creativa
y de autorrealización. Durante este momento se educa a los hijos y se les prepara
para la vida adulta. El adulto se encuentra satisfecho de su vida profesional y de su
relación familiar, dado que al tener los hijos mayores, la pareja se puede dedicar
más a sí misma, a la vez que se van aceptando los cambios fisiológicos y se incorpora
la problemática de los padres ancianos con toda su repercusión.
La persona adulta en su vida social, también se comunica con personas en
forma anecdótica y ocasional; tiene relaciones profesionales, pertenece a asociaciones
culturales, deportivas, intelectuales o religiosas. Es el momento de las
grandes relaciones de amistad. Se potencian las relaciones familiares y, sobre todo,
las relaciones íntimas entre los esposos.
3.- Aspectos sociales:
3.1.- Familia:
Paternidad: Según Hofmann, existen diversos tipos de paternidad de acuerdo a la etapa en que se encuentre la familia dentro de su ciclo. Los padres con hijos pequeños de clase media se abocan a ellos. Los padres de adolescentes sufren conflictos familiares esporádicos, ya que éstos buscan acercarse a sus hijos cuando ellos están en plena fase de autonomía y búsqueda de identidad. El síndrome del nido vacío se presenta generalmente en las madres cuyos hijos han abandonado el hogar demasiado pronto, porque éstas están demasiado involucradas con ellos, pero en la mayoría de los casos las mujeres lo acogen bien, y lo ven como una instancia de libertad, propicia para una nueva intimidad en su matrimonio.(Hofmann, 1996)
Matrimonio: Silvestre (1996) afirma que existe un reforzamiento de la pareja en la edad adulta, producto de la libertad que otorga el alejamiento de los hijos, la renovación de intereses sexuales, un aumento en la intimidad y una valoración de la relación en base a lo invertido en ella. Las personas casadas tienden mayores niveles de salud física y mental que los solteros y divorciados, aunque parece ser más satisfactorio para los hombres que para las mujeres. La naturaleza de los conflictos maritales cambia con los años: de los 40 a los 50 predominarían los relacionados con la crianza de los hijos, en tanto que después de los 50 predominan los problemas de comunicación en la pareja y los de la distribución de tiempo y de actividades de ocio (Silvestre, 1996). Las relaciones extraconyugales son relativamente comunes durante esta etapa. (Hoffmann, 1996)
Divorcio: Según Hoffmann (1996), la mayoría de los divorcios que se producen en esta etapa se deberían a la no aceptación de los cambios de roles matrimoniales por parte de un integrante de la pareja o por acontecimientos sorpresivos. El volver a casarse es más común en los hombres que en las mujeres.
Relación con padres mayores: El adulto medio comúnmente debe cuidar a dos generaciones: sus padres y sus hijos. Esto puede generar, en muchos de estos y especialmente en las mujeres, una situación de "presión en el ciclo de vida"(Hoffmann, 1996)
Los abuelos: A esta edad la gente comienza a convertirse en abuelo. Los abuelos influyen sobre sus nietos como cuidadores, compañeros de juego, historiadores familiares, consejeros, modelo de rol y como intermediarios entre nietos e hijos.(Hofmann, 1996)
3.2.- Laboral
En esta edad, se llega a la llamada etapa de mantenimiento (Super, 1962), en la que disminuye la tendencia a aventurarse laboralmente, prefiriéndose la seguridad que otorgan las áreas conocidas y en las que mejor se ha desempeñado. Puede ser un período de satisfacción o frustración, dependiendo de la existencia de un establecimiento afortunado o desafortunado. En ambos casos, existe un conflicto de valores entre seguir esforzándose y la opción de descansar y disfrutar de lo que se ha logrado, trabajando sólo para conservarlo.
Las mujeres, por su parte, tienden a cultivar los talentos que quedaron a medio terminar(Sheehy, 1984); muchas de ellas se comprometen fuertemente en lo laboral, especialmente las que recién se incorporan al mundo laboral o las que sus hijos ya se han marchado de casa.(Hofmann, 1996).
Cambios en las relaciones durante la edad adulta intermedia
ü Para la mayoría de las personas de edad adulta madura las relaciones con los demás se hacen más importantes que en épocas anteriores de la vida
ü Existen algunas teorías del contacto social que dan explicación a esto:
LA TEORÍA DE LA CARAVANA SOCIAL, plantea que las personas avanzan en la vida rodeadas por caravanas sociales, es decir, rodeados de círculos de amigos y miembros de la familia en los cuales buscar apoyo
ü LA TEORÍA DE LA SELECTIVIDAD SOCIAL, plantea tres objetivos principales en la interacción social:
Ser fuente de información
Ayuda a que las personas tengan sentido de si mismas
Fuente de placer y bienestar social
Las relaciones en la edad adulta intermedia también puede presentar exigencias que pueden ser estresantes y restrictivas
“MÁS” no necesariamente significa “MEJOR
ü Lo que si cuenta es la calidad de la relación más que la cantidad de amigos que se tengan.
ü Uniones como el matrimonio en la edad adulta intermedia han experimentado muchos cambios
ü La calidad de las amistades en la edad adulta intermedia compensa la cantidad de tiempo dedicado a estas. Por lo general los adultos recurren a sus amistades buscando apoyo emocional, guía, alivio, buena compañía y conversación, en especial cuando se presentan crisis como el divorcio o la ida de los hijos del hogar.
ü La relación con los hijos en esta etapa, resulta un proceso de maduración continua que generalmente alcanza su punto máximo en la edad adulta madura
ü En esta edad se deben enfrentar diversos conflictos con los hijos que pronto dejarán el nido
ü Los padres con hijos adolescentes deben enfrentar la rebeldía y el rechazo a las reglas que estos imponen estableciendo una relación de aceptación y maduración mutua.
ü Cuando los hijos en edad más madura deciden dejar el hogar como una forma de crecimiento, es una señal de transición hacia una nueva etapa: la relación entre padre e hijo adulto
ü Mientras dure el vinculo padre-hijo los hijos pueden volver al hogar por circunstancias diversas
ü Aún después que se termina la etapa de crianza activa, los padres de jóvenes adultos descubren nuevos aspectos y se reclaman nuevas actitudes y comportamientos de ambas generaciones
ü Tanto padres como hijos en esta etapa generalmente disfrutan de la compañía del otro y se llevan bien
ü En la edad adulta intermedia, los primeros vínculos de parentesco pueden reafirmarse de manera distinta a medida que la responsabilidad de cuidar y apoyar a los padres ancianos empieza a cambiar a los hijos de esta edad, se comienza una nueva relación y nuevo papel: la calidad de abuelo.
ü El vínculo entre hijos en edad adulta intermedia y sus padres ancianos es fuerte.
ü La mayoría de las personas en edad adulta intermedia con padres ancianos mantienen relaciones estrechas basadas en el contacto frecuente y de ayuda mutua, son concientes de las obligaciones con sus padres y con frecuencia esperan más de los padres que éstos de ellos.
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