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Transición del rol de trabajador a otro nuevo, el de jubilado.

• modifica:

– estructura de roles.

– organización de vida cotidiana.

– hábitos.

– sentido de eficacia y competencia personal.

• procesos de jubilación:

 

Proceso de jubilación

Reitzes y mutran (2004) hablan de

Determinantes:

• sociodemograficos:

– edad: 60 años para los hombres, 55 para las mujeres en Colombia.

– género: para las mujeres no se produce un cambio tan brusco como en los hombres. Mujeres menos satisfechas con pensión.

– estado civil: los casados/as cuentan con mayor apoyo.

– nivel educativo: cuanto más alto es el nivel educativo, mejor suele ser la adaptación a la Jubilación (se suele planificar antes).

– ingresos económicos: reducción de los ingresos por la pensión.

– categoría y factores laborales: peor para los que estaban en puestos de bajo prestigio.

• Psicosociales:

– estado de salud: la salud puede ser causa de la jubilación o un resultado de la misma.

– personalidad: neuróticos (negativos), extravertidos (activos), autoeficaces y controladores.

– apoyo social: contar con familiares, amigos y compañeros facilita el proceso de jubilación.

• actitudes hacia la jubilación

– rechazo: se percibe vacía.

– aceptación: conformista y resignada.

– liberación: premio al trabajo.

– oportunidad: llevar a cabo proyectos.

– ambivalencia: varias de las anteriores.

Jubilación tardía

• personas que trabajan en el campo

Afirman “el trabajo (animales, huerto, artesanía, etc.) Es su vida”.

• para muchas personas trabajar es fuente de desarrollo personal y social.

• en ocasiones el trabajo disminuye la depresión, aumenta la autoestima y mejora la satisfacción con la vida.

• se ha encontrado que personas mayores que seguían trabajando se sentían más satisfechas que aquellas que se habían jubilado. Tiempo libre y vejez

• tiempo libre diferente de tiempo de ocio. Realizamos actividades de tiempo libre, fuera de lo laboral, pero que no tienen que estar exentas de obligación (llevar niños a cine, lavar coche, compras, etc.).

• actividades de tipo físico (pasear) y productivas (voluntariado) disminuyen depresión, aumentan la felicidad y el nivel funcional.

• actividades sedentarias (ver tv) no mejoran la satisfacción con la vida.

• las personas que realizan actividades de tipo intelectual (leer o asistir a actos

Culturales) están más satisfechas con su vida y tienen mejor estado de ánimo.

La salud y el nivel de actividad:

• los mayores más sanos están más preparados para asumir diferentes roles e implicarse más en actividades y redes de interacción social.

• actividades físicas (gimnasia, andar, subir escaleras) son positivas para los mayores.

• “envejecimiento saludable”

¿qué actividades hacen los mayores?

• actividades tras la jubilación: turismo, manualidades, deporte y asistir a espectáculos.

• actividades diarias: ver tv., ir al parque y pasear, oir la radio, hacer comprar y recados y leer.

• diversos autores sugieren fomentar el que los mayores asistan más a actos culturas y de formación

 

 

 

 

Fases de la jubilación

Ya en los años setenta, atchley sugirió que el ajuste al proceso de jubilación varía a lo largo del tiempo. El planteamiento no está exento de críticas, porque el modelo de sociedad ha cambiado tremendamente y, por tanto, no se tiene en cuenta los nuevos patrones del jubilado activo.

En su planteamiento atchley sugería la existencia de las siguientes etapas:

1. Fase de prejubilación. La persona se plantea expectativas sobre cómo será su jubilación y se fija objetivos más o menos alcanzables.

2. Fase de luna de miel. En ella se intenta hacer todo lo que se deseó y no se pudo cuando se trabajaba, o se intenta descansar, disminuyendo cualquier tipo de actividad.

3. Fase de desencanto. Por esta etapa pasarían aquellas personas que no son capaces de encontrar actividades satisfactorias, al no cumplirse sus expectativas.

4. Fase de reorientación. Es la etapa en la que se empiezan a formar expectativas más realistas sobre la jubilación.

5. Fase de estabilización. Es el momento en el que se consigue un ajuste entre las percepciones y la realidad.

Naturalmente, hoy se acepta que no todas las personas pasan por las mismas etapas ni necesariamente en el mismo orden.

Sin embargo, se mantiene que la pérdida del rol productivo que supone la jubilación, puede provocar dificultades de adaptación. Las modificaciones de la capacidad adquisitiva, de las habilidades o capacidades personales, de las relaciones con otros y de la propia identidad, pueden resultar estresantes. Sin embargo, no todas las personas cuando dejan de trabajar se ven afectadas por una crisis, ni ésta se presenta de la misma manera en todos los casos.