La Ley 100 de 1993
La Ley 100 de 1993 crea el "Sistema General de la Seguridad Social Integral", formado por el conjunto de las entidades públicas y privadas, normas y procedimientos, y por los regímenes generales establecidos para pensiones, salud, riesgos profesionales y los servicios sociales complementarios.
El mismo elimina el monopolio del Estado en al prestación de los servicios de la Seguridad Social, y establece un sistema competitivo, que implica que cada ciudadano puede elegir voluntariamente la Entidad que le prestara la atención médica o la que le gestionará sus aportes para pensiones.
Sociedades Administradoras de Fondos de Pensiones y/o Cesantía
Son las sociedades de servicios financieros cuyo objeto principal lo constituye la administración de fondos de cesantía creados por la Ley 50 de 1990, de fondos de pensiones del Régimen de Ahorro Individual con Solidaridad de que trata la Ley 100 de 1993 (fondos de pensiones obligatorias) y de fondos de pensiones de jubilación e invalidez (fondos de pensiones voluntarias), así como de otros patrimonios autónomos en los términos que señala la ley.
Estructura básica del sistema
El Sistema General de Seguridad Social Integral se compone de los siguientes subsistemas: Pensiones, Salud, Riesgos Profesionales y Servicios Sociales complementarios.
Financiación
En el Sistema General de Pensiones, el porcentaje de cotización para la pensión de Vejez es del 10%, calculado sobre el Ingreso Base; las correspondientes cuotas se abonan en las cuentas de ahorro-pensional, en el caso de Fondos de Pensiones. En el caso del Instituto de Seguridad Social (ISS), las cuotas se utilizan para el pago de pensiones de vejez y capitalización de reservas, mediante la constitución de un patrimonio autónomo, destinado exclusivamente a tales finalidades.
Para la financiación de la pensión de Invalidez, la pensión de Supervivientes y los gastos de administración del Sistema, incluida la prima del reaseguro con el Fondo de Garantía, el porcentaje de aporte , tanto para el ISS como para los Fondos de Pensiones, es del 3,5%. El empleador asume el 75% del total de la cotización, y el trabajador el 25% restante.
En el supuesto de los trabajadores independientes, ellos mismos son los responsables de la totalidad de la cotización.
Los trabajadores afiliados, cuyo salario base de cotización sea igual o superior a cuatro (4) salarios mínimos legales mensuales vigentes, deberán cotizar un (1) punto porcentual adicional, a cargo exclusivo del trabajador, cono destino al "Fondo de Solidaridad Pensional".
Fondo de Solidaridad
La organización financiera del Sistema establece un enlace financiero y solidario entre los regímenes subsidiado y contributivo, a través del Fondo de Solidaridad y Garantía. El Fondo de Solidaridad y Garantía cuenta con cuatro (4) subcuentas: la de "solidaridad", la de "Compensación", la de "Promoción" y la de "Cuentas Catastróficas". La cuenta de solidaridad del Fondo usa sus recursos para apoyar el desarrollo del Régimen subsidiado, y su progresiva integración y homogeneización con el Régimen contributivo.
Riesgos Profesionales
En el sistema General de Riesgos Profesionales, el porcentaje de aportación es variable y se corresponde con la clasificación, efectuada por la Ley, del centro de trabajo o de la empresa del trabajador, o de los diferentes centros, si éstos permiten una diferencia en la actividad que desarrollan, teniendo en cuenta para dicha clasificación los siguientes criterios: Actividad Económica, Indice de Lesiones incapacitantes y cumplimiento de las normas de Salud ocupacional. En este sistema, la totalidad de las aportaciones corren por cuenta exclusiva del empleador.
La cuantía de las cotizaciones a cargo de los empleador no podrá ser inferior al 0,348%, ni superior al 8,7% de la base de cotización de los trabajadores.
Pensiones
El Sistema General de Pensiones se encarga de reconocer y abonar las correspondientes a Vejez o Jubilación, Invalidez y Supervivientes. Igualmente, reconoce y abona la Indemnización sustitutiva de la Pensión y el Auxilio Funerario.
Existe un "Fondo de Solidaridad Pensional" que tiene por finalidad complementar las aportaciones del Régimen General de Pensiones de los trabajadores asalariados o independientes del sector rural o urbano, que carezcan de recursos para efectuar la totalidad de las aportaciones.
Pensiones obligatorias
La pensión Obligatoria es una prestación económica que obtienen los afiliados al Sistema General de Pensiones a través de las Administradoras de Fondos de Pensiones y Cesantía (AFP) y/o del Instituto de Seguros Sociales (ISS), con el fin de garantizar a las personas que cumplan con los requisitos establecidos por la ley (Ley 100/93), el amparo contra las contingencias derivadas de la vejez, la invalidez y la muerte.
El Sistema está compuesto por dos Regímenes solidarios y excluyentes entre sí: el tradicional del ISS o Régimen Solidario de Prima Media con Prestación Definida y el de los Fondos Privados de Pensiones o Régimen de Ahorro Individual con Solidaridad.
En el Régimen de Prima Media con Prestación Definida, las aportaciones de los afiliados y sus rendimientos constituyen un fondo común de naturaleza pública, que garantiza el pago a los beneficiarios de la pensión de vejez, de invalidez o de supervivientes, o una indemnización sustitutiva, previamente definida.
El Régimen de Ahorro Individual con Solidaridad está basado en el ahorro provenientes de las cotizaciones y de sus respectivos rendimientos financieros y la garantía de la pensión mínima. Los afiliados tienen derecho al reconocimiento y abono de las pensiones de vejez, invalidez y supervivientes, así como a las indemnizaciones sustitutivas, cuyas cuantías dependen de las aportaciones que hagan los afiliados y, en su caso, sus empleadores, y de los correspondientes rendimientos financieros.
Pensiones voluntarias
Las pensiones voluntarias son un producto que ofrecen las Administradoras de Fondos de Pensiones, a través del cual el afiliado tiene la posibilidad de ahorrar voluntariamente para complementar la pensión obligatoria que recibe con el Sistema General de Pensiones. Cada AFP tiene la libertad de ofrecer diferentes Fondos de Pensiones Voluntarias
Servicios Sociales complementarios
Se ha establecido un programa de auxilio en favor de las personas de edad indigentes, que tiene por objeto apoyar económicamente y hasta el 50% de la cuantía del salario mínimo legal mensual vigente.
El programa es financiado entre el Estado y las Entidades territoriales. El "Consejo Nacional de Política Económica y Social" (CONPES) determina, anualmente, los recursos requeridos por el programa de auxilios a las personas de edad indigentes, de conformidad con los objetivos de ampliación de la cobertura, a cuyo fin el "Fondo de Cofinanciación para la Inversión Social" (FIS) cofinancia el programa.
Los Municipios o Distritos deberán garantizar la infraestructura necesaria para la atención de los ancianos indigentes y la elaboración de un Plan municipal en favor de la tercera edad, como parte integral del Plan de desarrollo municipal o de distrito. La Ley autoriza a las Entidades Territoriales a que creen y financien, con cargo a sus propios recursos, planes de subsidio al desempleo.
Dirección y gestión
El Sistema General de Pensiones está supervisado por el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, que es el encargado de formular, adoptar, dirigir y coordinar las políticas de empleo, trabajo, previsión y Seguridad Social, dentro de las directrices aprobadas por el Gobierno.
Al Ministerio de Trabajo y Seguridad Social se adscriben la Superintendencia del Subsidio Familiar, el Instituto de Seguros Sociales -ISS-, la Caja Nacional de Previsión Social, el Servicios Nacional de Aprendizaje -SENA- y el Fondo de Previsión Social del Congreso de la República.
A la Superintendencia Bancaria corresponde el control y la vigilancia de la administración de cada uno de los Regímenes del Sistema General de Pensiones, vigilando que éstos cumplen con sus obligaciones.
Jubilación. La idea estéril de que realmente no hay vida que valga la pena cuando se ha dejado el trabajo ha sido refutada muchas veces. Cada vez más, los estudios acerca de los años de jubilación revelan una diversidad de "vidas futuras". No todos los jubilados permanecen retirados muchos continúan activos en campos relacionados con inclinaciones que han tenido toda su vida, otros cultivan nuevas aficiones o vuelven a algunas que antes no pudieron realizar.
Es probable que valores tales como el aprendizaje, el descubrimiento de si sí mismos y la ayuda a otras personas sean considerados con tanto respeto, en el futuro, como trabajar y producir. Ya hay indicios de que utilizar el tiempo para recreo y satisfacción personal está menos acompañado del sentimiento de culpa que en el pasado. Esto significa que la persona de edad madura que se halle inmersa en su fase productiva no poseerá todos los valores que son verdaderamente "valiosos". Las actividades no laborales no serán consideradas como simples indicadores de un período para los "demasiado jóvenes" y los "demasiado viejos".
Son muchas las personas que pasan largos años de su vida soñando con el momento en que cumplan la edad reglamentaria para la jubilación. Año tras año vienen acariciando el día en que dirán adiós a su trabajo. No más relojes despertadores, no más horas regulares para entrar y salir de las labores diarias. A dormir todo lo que uno quiera. Se hará lo que se desee cuando uno lo desee. Por fin el individuo será dueño de su destino. No son pocas las personas que sueñan con el retiro como si éste fuese un paraíso.
En el asunto del retiro, se encuentran también, muchas diferencias individuales. Probablemente haya personas que se retiran a la vida descansada, sin albergar propósitos ni perspectivas adicionales, a disfrutar tranquila y sosegadamente de los años postreros de la vida, sin que les perturben ansiedades y zozobras. Pero también hay personas que habiendo forjado grandes ilusiones, se dan cuenta que al entrar el retiro, no existe aquello de lo que habían soñado. Es hondo el abismo entre la ilusión y la realidad. También hay otros individuos que, al entrar a los años de la jubilación, encuentran que tienen por delante muchas otras coas que hacer, en las cuales ellos no habían pensado.
La vida no tiene que ser fácil para ser maravillosa. De hecho, la vida fácil es le camino más corto hacia la monotonía. Hay que pensar en un retiro dinámico, disparado hacia el porvenir. El trabajo debe concebirse en todo momento como un medio de realización personal, aun en los años de vejez. La persona retirada debe conservar siempre el derecho a ser útil y a serlo con dignidad. Cada individuo debe descubrir a tiempo sus capacidades y limitaciones.
El planeamiento para el retiro no debe circunscribirse a la mera consideración de las actividades que uno vaya a realizar al dejar las tareas que han exigido lo más y mejores años de la vida. Es decir, no deber ser únicamente un plan en el nivel de la actividad. Muy fundamental también es planear desde el punto de vista psicológico.
En la planificación para la vejez uno no debe quedarse en el nivel de la mera actividad. El retiro exige, como una condición esencial, la preparación psicológica anticipada.
La vida activa en la vejez será posible siempre y cuando la persona haya planeado su retiro desde el punto de vista financiero, a fin de que no le sorprendan las estrecheces económicas. Condición esencial además es que se disfrute de una razonable salud física y mental. Las muertes rápidas después del retiro son frecuentes, pero hay pruebas de que la mala salud precede el retiro y no lo sigue. Hay individuos que se retiran a una edad temprana, tan pronto sus ingresos lo permitan, para así abandonar el trabajo como dominio principal de ocupación personal y poder dedicarse a actividades que les resultan más satisfactorias.
La higiene mental es clara y precisa en su recomendación de la vida activa. La actividad es un atributo de la persona mentalmente saludable. Para que la vida tenga propósito, dirección y sentido, requiérese que el individuo defina un plan de acción que tienda a conseguir ciertos objetivos convenientes para él y aceptables para el grupo social del cual es miembro. Este plan deber ser de tal naturaleza que absorba el interés y la atención de las persona. La vida saludable ineludiblemente exige actividades que repercutan en sentimientos de satisfacción. La pasividad estanca y deteriora. Los propósitos que lleven a la persona a concentrarse en la tarea de realizarlos tienden a impedir su desintegración, evitando que surjan preocupaciones enfermizas.
El retiro, tal como indica la situación actual, constituye un problema psicológico y social para muchas personas. Probablemente psicológico y social para muchas personas. Probablemente, ante la presión de las nuevas generaciones, la sociedad ha descuidado la planificación de los años de la vejez.
En el momento de retirarse, con frecuencia la persona encuentra que ya sus hijos se han independizado. En numerosos casos existe una condición de viudez. Si la persona ha sido obligada a retirarse a una edad en que todavía tiene suficientes recursos físicos y mentales para desempeñar adecuadamente tareas significativas desde el punto de vista social, y si no ha sabido planear debidamente su jubilación, lo más probable es que ella se encuentra abocada a tremendas crisis psicológicas. Un retiro inesperado, como a veces ocurre, puede provocar un colapso total.
El ser humano necesita vivir en sociedad. La soledad engendra inseguridad. Depresión y deterioro. Es en las labores diarias, dedicadas a ganar el pan, donde establecemos con frecuencia las mejores formas de convivencia.
Los efectos psicológicos de tal quiebra en las relaciones humanas no pueden exagerarse. La necesidad de afiliación es una de las más potentes en la criatura humana. A lo que se llama felicidad es en gran parte el producto de las relaciones con los demás. Si se observa que esta vida de relación se deteriora, es de esperar que un acoso de sentimientos de soledad e incertidumbre.
Todo individuo normal necesita mantener un mínimo de intercambio con su ambiente social. No hay duda de que hay personas que aceptan el retiro como una liberación de las exigencias sociales. Por otra parte, hay otras que rehuyen tenazmente tal situación, dado que el retiro constituye para ellas una admisión de derrota, de dejar de ser, de cesar en sus funciones como miembro útil del cuerpo social.
El retiro positivo y exitoso empieza con un estado mental, con el reconocimiento de que es una oportunidad para comenzar una nueva vida en muchos sentidos. Por eso se reitera una y otra vez la necesidad que tiene todo individuo de planear anticipadamente en qué va ocuparse cuando le llegue el turno de la jubilación. Jamás este plan debe posponerse para la última hora.
2.2.6.1 El retiro es una ruptura.
- En la vida afectiva. El retiro hace pasar al hombre del estadio de la vida profesional durante el cual el trabajo se concibe y se exalta como la virtud cardinal, al estadio del descanso obligatorio libremente consentido o impuesto. Ello produce una perturbación del equilibrio mental y fisiológico.
- En la organización de la jornada. Repentinamente, los horarios de trabajo, de descanso, de sueño, entre otros, que había llegado a un alto grado de automatismo después de años de vida idénticos a sí mismos, resultan inadaptados, no corresponden ya a la situación objetiva; de donde una perturbación del equilibrio físico y fisiológico con repercusión sobre la salud y sobre el carácter.
- En las condiciones de la vida social. Se produce a la vez una ruptura de las relaciones profesionales (no se ve ya a los compañeros de empresa o fabrica), un cambio en la naturaleza de ciertas relaciones (ya no se puede hablar del trabajo) y una modificación en las relaciones hogareñas con el cónyuge (se pasa de doce a quince horas de vida en común, a veinticuatro; de donde se desencadena una perturbación en los equilibrios afectivos).
- En las condiciones de vida financiera: La pérdida de una parte de los recursos tiene por efecto la perturbación del equilibrio general del presupuesto y sus repercusiones psicológicas y fisiológicas.
- En la vida cultural y el ocio: El retirado va a pasar de una situación, con poco tiempo que dedicar a las distracciones, a una situación con mucho mas tiempo libre, de donde una nueva perturbación del equilibrio del individuo.
2.2.6.2 La preparación psicológica. La jubilación, como el matrimonio, es una gran decisión en la que conviene reflexionar seriamente. La principal pregunta que se hace el que se va a jubilar es " ¿Qué es lo que voy a hacer ahora?".
Sin duda todos los que han tenido la oportunidad de encontrar en su trabajo todas las satisfacciones deseables considerarán su retiro como una prolongación natural, aunque en su status más liberal, de su vida de trabajo; los que han soportado durante decenas de años un trabajo que no les gustaba pueden esperar del retiro las satisfacciones que no han tenido: el retiro puede permitirles así hacer lo que siempre han deseado. Sea lo que fuere lo que le agradaría hacer, recuerde que debe estar dispuesto a realizarlo desde el primer momento de su jubilación. Algunas de estas cosas exigen, sino un hábito, por lo menos una preparación: si no está acostumbrado a caminar suficientemente, le será difícil dar largos paseos: pronto se sentirá cansado y abandonará el ejercicio; si desea cultivar las plantas, comience por la jardinería. Todo lo nuevo requiere esfuerzo, todo esfuerzo requiere entrenamiento y todo entrenamiento debe ser progresivo, y por lo tanto debe programarse.
Así muchos años antes de que llegue el momento, comience a reflexionar y a preguntarse. He aquí algunas preguntas que puede hacerse para esbozar las grandes opciones de su jubilación: ¿cómo veo mi retiro?. ¿En que situación económica me encontraré?, ¿Viviré en un apartamento, en un pabellón, en la ciudad o en el campo?, ¿Cómo concibe mi mujer mi retiro?, ¿ Habré de tener actividades externas en lugar de permanecer en casa todo el día? O bien aceptaré con indiferencia el tener que vivir lejos de ellos?, ¿Me agradará vivir con mis hijos y nietos o bien aceptaré con indiferencia el tener que vivir lejos de ellos?. ¿Me gusta ver una película, oír un concierto, asistir a una conferencia, visitar una exposición, entre otros?
Cuando estas preguntas se plantean es posible ver más claro al interior de cada persona y determinar las grandes direcciones de sus propios gustos y aspiraciones. Al recordar todos los acontecimientos de la vida que han producido alegrías y satisfacciones, al anciano le es más fácil hacer lo que ha deseado desde la infancia. La felicidad y la oportunidad de realizarse por fin completamente, dependen de su sinceridad frente a sí mismo.
El anciano debe programa equilibrado para su jubilación, teniendo en cuenta:
- Una actividad individual y una actividad colectiva.
- Una actividad al aire libre y una diversión de interior.
- Un desgaste físico y una distracción que descansa, y piense que los ocios de su vida activa pueden prepararle útilmente para sus actividades regulares cuando llegue la jubilación.
PREGUNTAS Y RESPUESTAS SOBRE JUBILACIÓN
¿Qué significa la jubilación?
Según la Enciclopedia of Aging (Edkertd, 2001), tradicionalmente se ha definido como el cese relacionado con la edad de la vida laboral activa.
- Pérdida del rol profesional.
- Disminución de los ingresos económicos.
- Pérdida de estatus.
- Pérdida de oportunidades de contacto social derivadas del trabajo (relaciones sociales, contactos interpersonales).
- Pérdida de reconocimiento.
- Estrés emocional.
- Mayor cantidad de tiempo libre.
¿Existe una edad de jubilación?
En principio la edad de jubilación son los 65 años, pero debido a algunos cambios producidos en los últimos años esta edad es variable (debido a la existencia de prejubilaciones, desempleo, etc.)
¿Son sinónimos vejez y jubilación?
Hace años sí se pensaba que la jubilación y la vejez estaban fuertemente relacionadas. Sin embargo, hoy en día, debido al incremento de la esperanza de vida, la mejora de las condiciones de vida en todos los sentidos hacen pensar en una ruptura de esa relación.
¿Qué factores influyen en la adaptación a la jubilación?
- Género: las mujeres parecen estar menos satisfechas con la jubilación pudiendo ser debido a la relación entre el menor nivel de ingresos económicos percibido durante la jubilación y su mayor esperanza de vida.
- Estado civil: los casados se adaptan mejor al periodo anterior y posterior a la jubilación.
- Categoría laboral: parece que las personas con ocupaciones más altas expresaban más razones positivas ante la jubilación.
- Factores laborales: toma de decisiones, estresares, etc.
- Apoyo social (percepción de las relaciones sociales, red social, actividades realizadas con la red social): a mayor apoyo social y/o red social sólida mejor adaptación y jubilación satisfactoria.
- Ingresos económicos: si los ingresos económicos son percibidos como apropiados por la persona, la jubilación se percibe satisfactoriamente.
- Salud: la salud de una persona jubilada está directamente relacionada con la salud anterior a la jubilación. Una buena salud puede influir en una mejor adaptación a la jubilación.
- Planificación de la jubilación y de las actividades (sociales, por ejemplo) a realizar durante este periodo. Si la planificación existe, la adaptación es positiva.
- Nivel educativo: a mayor nivel educativo mejor adaptación.
- Variables de personalidad (neuroticismo, extraversión, etc.).
- Forma en la que tiene lugar la jubilación: si se produce de forma inesperada o como consecuencia de la ocurrencia de algún suceso negativo (por ejemplo, la enfermedad de un cónyuge, tener personas dependientes a su cargo) la adaptación a la situación será negativa.
- Importancia de los procesos cognitivos, emocionales, relacionales tanto en la preparación para la jubilación como para el afrontamiento de la misma, para conseguir una adaptación satisfactoria.
- Locus de control: si la persona presenta un locus de control interno tendrán mejores expectativas y una mejor adaptación a la jubilación.
¿Qué factores pueden influir en la decisión de jubilarse de los trabajadores?
Estos factores pueden estar relacionados:
- Con la situación laboral.
- Con su situación no laboral.
¿Qué variables relacionadas con el mundo laboral pueden influir en la decisión de jubilación?
Situaciones desfavorables en el trabajo, como:
- Autonomía, por ejemplo, la imposibilidad en la toma de decisiones.
- Variedad de tareas.
- Significado de las tareas.
- Interacción con otras personas (poca o mala relaciones sociales, trabajo en grupo).
- Reducción de plantilla.
- Incentivos de jubilación por parte de la organización.
- Estar cansado de trabajar.
- Rumores de reducción de plantilla.
- Trabajo estresante.
- Conflictos con los compañeros.
- Estresares continuos.
- Imposibilidad de alcanzar las metas previstas.
- Falta de promoción laboral.
- Discriminación laboral relacionada con la edad.
- Capacidad laboral para seguir trabajando.
- Tipo de trabajo.
Situaciones favorables en el trabajo, como:
- Estar motivado intrínsecamente.
- Incentivos.
- Factores sociales (buenas relaciones sociales, trabajo en equipo, etc.).
- Estresores laborales.
¿Qué variables no relacionadas con el mundo laboral pueden influir en la decisión de la jubilación?
Calidad de vida.
- Los recursos económicos disponibles son el predictor más fuerte de la decisión de jubilación, es decir las personas anticipan su jubilación si pueden permitírselo económicamente
Características personales:
- Necesidad de cuidar de alguien.
- Alcanzar la edad obligatoria de jubilación.
- Salud, tanto física como mental. Una mala salud ha sido un predictor de la jubilación moderadamente fuerte.
- Actividades que esperan ser realizadas tras la jubilación.
- Actividades de ocio.
- Aumento de la red social.
- Viajar con familia o amigos.
- Desarrollar nuevos intereses y tareas con instrucción formal o de forma autodidacta.
¿Qué consecuencias puede tener la jubilación?
Las consecuencias pueden ser tanto positivas como negativas, pueden ser tanto económicas, como psicológicas, sociocognitivas, psicoafectivas, relacionales (cambios en las relaciones familiares y sociales, etc.
¿Qué consecuencias negativas pueden derivarse de la jubilación?
- Estrés.
- Depresión.
- Sentimiento de pérdida de valor personal.
- Problemas económicos.
- Disminución de las relaciones sociales.
- Aburrimiento.
- Disminución de la autonomía.
- Disminución del control sobre uno mismo y sobre el ambiente.
- Soledad.
- Aislamiento.
- Baja autoestima.
- Problemas de salud.
- Dificultad para encontrar actividades, fuera del trabajo, que sean gratificantes.
¿Qué consecuencias positivas pueden derivarse de la jubilación?
- Realización de actividades recreativas, culturales y de ocio.
- Más libertad.
- Más tiempo.
- Oportunidad de relación más frecuente con la pareja.
- Tranquilidad y descanso.
¿Qué estrategias se pueden desarrollar para obtener un ajuste positivo a la jubilación?
- Formación.
- Promoción de la salud.
- Promoción del apoyo social.
- Planificación de actividades.
- Desarrollo de estrategias que les permitan prevenir la presencia de trastornos mentales ante la nueva situación.
¿Existen distintos tipos de jubilación?
Sí. En función de:
- Si la jubilación es voluntaria o no.
- Si es anticipada o no.
- Si es completa o parcial
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